Microsoft podría encontrarse con los problemas de siempre para adoptar Windows 7 en la industria y migrar el parque informático existente en muchas empresas hacia la nueva plataforma. Ya le pasó con anterioridad, incluso con el exitoso Windows XP; y es que la empresa (y cuanto mayor sea esta, más acentuado) presenta una serie de factores diferenciales respecto al usuario final que hacen que avance siempre a paso más lento que este. Y es por eso que existen los programas de downgrade, y que Windows Vista ya ha vivido la misma situación y que ello es parte de la explicación de su fracaso.
Según un reciente estudio llevado a cabo por ScriptLogic Corporation del que se hacen eco agencias de prensa como Reuters, hasta un 60% de las empresas preguntadas sobre la futura migración a Windows 7 afirmaron que, por el momento, evitarán dar el paso. Es normal que, como he citado antes, las empresas tarden más de lo normal en dar el paso, ya que en muchos casos hay que comprobar la compatibilidad de la nueva plataforma con las aplicaciones existentes (muchas de ellas desarrolladas a medida), y adaptarlas en caso de que sea necesario teniendo además en cuenta que no se puede perder un solo día de trabajo. Esto requiere tiempo y recursos, algo que no todo el mundo está dispuesto a invertir si lo que tiene ahora aún le funciona correctamente.
Para limar este problema, Microsoft ha incluido en el nuevo Windows, tecnologías que permiten ejecutar aplicaciones en compatibilidad con Windows XP, para aprovechar al máximo el software optimizado para esta exitosa versión de su plataforma y que tenga dificultades para ser ejecutado nativamente en Vista o 7.
El hecho de que cada nueva versión de un sistema operativo requiera una máquina más potente también fuerza a las empresas a renovar parcial o totalmente su parque informático, algo que en una época como la actual de recesión económica da mucho respecto (y que en otros momentos de mayor bonanza tampoco se está dispuesto a hacer). Es precisamente el ahorro uno de los motores de la decisión mayoritaria de no actualizarse expresada a través de este estudio, y también es probable que este sea el motivo por el cual Microsoft ha construido con esta nueva versión un sistema operativo que exige menos que Windows Vista a la máquina y que incluso funciona con soltura en netbooks, máquinas con un hardware escaso.
Del aproximadamente 40% restante de las compañías preguntadas, solamente poco más del 5% piensan adoptar Windows 7 entre la fecha de su lanzamiento (22 de octubre) y finales de año.
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