Lo que parecía una broma, termino lanzando un teléfono móvil bajo el agua y se hundió al fondo al fondo del océano. Por suerte, la cámara grabó todo.
La presión bajo el agua era demasiada para recuperarlo, pero el dueño del bote que alquilaron fue capaz de reducir la presión utilizando un método de respiración especial para el buceo. Él fue capaz de recuperarlo, y el teléfono logró sobrevivir la prueba entera!
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