Freenet es un concepto completamente diferente al que se conoce de Internet. Con la premisa de otorgar completa libertad de expresión y total anonimato, esta verdadera red libre permite a los usuarios encontrar canales de comunicación completamente libres de censura y/o control sobre sus contenidos.
La creencia de que Internet es un sitio completamente libre en el que los usuarios son dueños completos de la información a la que acceden o publican y que es un reino donde abunda la libertad de expresión, cualquiera sea su ideología, credo o preferencia sexual está convirtiendose más en un mito que en una realidad.
El floreciente mundo de las redes sociales, en las que cada usuario se registra bajo un nomre (real o ficticio) ha permitido, por un lado, la mayor participación de las masas como generadoras de contenidos pero, a la vez, ha cedido cada vez el control de la información a los intermediarios en la comunicación que son, al fin y al cabo, quienes regulan qué es lo que puede encontrarse y qué no en Internet.
En este marco, cada usuario es monitoreado en sus preferencias según las páginas que ha visitado y cada contenido que desea ingresar a la web o cualquier contenido que desee mirar será autorizado (o no) por el sitio que está visitando.
En rigor, esto no es completa libertad en Internet y en respuesta a esa situación es que desde hace unos años se viene desarrollando un concepto diferente que otorga completo anonimato y la más absoluta libertad de contenidos a los usuarios: Freenet.
Freenet es una red de comunicaciones entre pares descentralizada diseñada para resistir la censura, la cual utiliza el ancho de banda y espacio de almacenamiento de las computadoras de sus miembros para permitir publicar u obtener información de todo tipo.
La principal diferencia entre Freenet y la World Wide Web es que la red creada por Ian Clarke, un joven estudiante irlandes, que carece de cualquier estructura jerárquica u organización. Mientras que la WWW descansa sobre una espina dorsal de servidores controlados por lo general por gobiernos, empresas y organismos oficiales, en Freenet todos los servidores están al mismo nivel, configurando un esquema que su creador define como “una anarquía perfecta”.
Mientras que en la Web se asigna a cada servidor un número de identificación que permite conocer en todo momento quienes son sus usuarios, los servidores de Freenet son completamente anónimos. No existe ninguna manera de identificar a sus propietarios ni a sus visitantes, por lo que no se pueden recopilar datos que amenacen a nuestra intimidad. Es el sueño de los que viven atemorizados por el gran hermano.
El anonimato total y la carencia de servidores centrales es lo que hace de Freenet una red donde existe la mayor libertad a la que se pueda aspirar.
¿Cómo funciona?
Instalar Freenet es tan sencillo como descargar el programa de la página del Proyecto Freenet y ejecutarlo. Hay versiones para Windows y Linux. Una vez instalado en nuestro ordenador, éste se convertirá automáticamente en un servidor de la red, reservando para su funcionamiento una pequeña porción de nuestro disco rígido y de nuestro ancho de banda, el caudal que usamos para enviar y recibir nuestros datos.
Freenet no dispone de interfaz, ni de sistema de búsqueda. Se ejecuta en un segundo plano, y toda la información se localiza a través de páginas web libres, o 'freesites'. Para empezar, se abre una página en la dirección 'http://127.0.0.1:8888/'.
Navegar por Freenet es igual que hacerlo por la web. Las páginas son muy sencillas, con apenas imágenes, y al principio resulta bastante lento, lo que obviamente
A pesar de que no hay sistema de búsqueda propio, se pueden encontrar páginas con buscadores y directorios de contenidos, como The Freedom Engine. Cuando un usuario quiere publicar una página en Freenet dispone de herramientas como Fiwiz (Freesite Insertion Wizard) que facilitan la tarea.
Freenet se diseñó como una red entre pares (P2P) no estructurada de nodos no jerarquizados que se transmiten mensajes y documentos entre ellos. Un nodo es cada computadora por la que pasa la información. Los nodos pueden funcionar como nodos finales, desde donde empiezan las búsquedas de documentos y se presentan al usuario, o como nodos intermedios de enrutamento.
Cada nodo aloja documentos asociados a claves y una tabla de enrutamiento que asocia nodos con un historial de su desempeño para adquirir diferentes claves.
Para encontrar un documento en la red conocida una clave que lo describe, un usuario envía un mensaje a un nodo solicitando el documento y proveyéndolo con la clave. Si el documento no se encuentra en la base de datos local, el nodo selecciona a un vecino de su tabla de enrutamiento que cree que será capaz de localizar la clave más rápidamente y le pasa la petición, recordando quién envió el mensaje para poder deshacer después el camino. El nodo al que se pasó la petición repite el proceso hasta que se encuentra un nodo que guarda el documento asociado a la clave o la petición pasa por un número máximo de nodos, conocido como el valor de tiempo de vida.
Ninguno de los nodos intermedios sabe si el nodo anterior de la cadena fue el originador de la petición o un simple enrutador. Al deshacer el camino, ninguno de los nodos puede saber si el nodo siguiente es el que efectivamente tenía el documento o era otro enrutador. De esta manera, se asegura el anonimato tanto del usuario que realizó la petición como del usuario que la respondió.
Cuando se encuentra el documento correspondiente a la clave buscada, se envía una respuesta al originador de la petición a través de todos los nodos intermedios que recorrió el mensaje de búsqueda. Los nodos intermedios pueden elegir mantener una copia temporal del documento en el camino. Además de ahorrar tiempo y ancho de banda en peticiones futuras del mismo documento, esta copia ayuda a impedir la censura del documento, ya que no existe un "nodo fuente", y dificulta adivinar qué usuario publicó originalmente el documento.
Esencialmente el mismo proceso de rastreo de camino se utiliza para insertar un documento en la red: se envía una petición para un archivo inexistente y una vez que falla el documento es enviado por la misma ruta que siguió la petición. Esto asegura que los documentos son insertados en la red en el mismo lugar en que las peticiones lo buscarán. Si la petición inicial no falla, entonces el documento ya existe y la inserción "colisiona".
Inicialmente ningún nodo posee información acerca del desempeño de los otros nodos que conoce. Esto significa que el enrutamiento inicial de peticiones sea al azar y que las redes Freenet recién creadas distribuyan la información al azar entre sus nodos. De este modo, el anonimato total desata la libertad completa de publicación y acceso a la información.
Críticas
Las críticas a Freenet provienen precisamente de sus virtudes. La red es resistente a la censura y anónima. Un santuario, dicen los críticos, para la pornografía infantil y los terroristas. Sus defensores insisten en que sólo desde el anonimato es posible la auténtica libertad de expresión, que los usos negativos son inevitables y que los positivos los compensan.
Otras críticas son de orden técnico, que insisten en que Freenet es una buena aplicación si se busca el anonimato, pero que presenta fallos como la falta de herramientas de búsqueda adecuadas, la velocidad de transmisión o la imposibilidad de eliminar archivos.
Por otro lado, aquellos que estén dispuestos a hospedar un servidor de Freenet tienen que disponer de una conexión continua a Internet o bien comprometerse a permanecer conectados ininterrumpidamente por medio de la línea telefónica.
Un análisis de los contenidos de Freenet del año de su creación (2000) mostraba que un 37% era texto, sobre todo relacionado con drogas, 21% audio, sobre todo rock, y el 14% eran imágenes, la mayoría pornográficas.
En los últimos años, más de dos millones de personas han descargado el programa y el ancho de banda medio ha aumentado drásticamente. Probablemente ahora haya más música y vídeo, aunque la propia concepción de la red hace difícil el análisis.
En un informe publicado por cuatro empleados de Microsoft (cuándo no), 'The Darknet and the Future of Content Distribution' ('La red oscura y el futuro de la distribución de contenidos'), los autores hablaban del peligro para la protección del Copyright que suponen dichas redes oscuras, pues según ellos podrían acabar siendo el refugio de los internautas que intercambian música y vídeos actualmente en redes P2P como Emule o BitTorrent, en el caso de que éstas fueran clausuradas. Además, en dichas redes sería fácil intercambiar claves para descifrar sistemas anticopia (DRM) sin peligro de ser detectados.
Las primeras versiones del reporductor iTunes permitían a sus usuarios conectarse a una IP remota de una subred y desde la misma compartir su música con otros usuarios, al estilo de una red oscura. Las nuevas versiones ya no funcionan del mismo modo, sin embargo la subred sigue existiendo y hay programas como ourTunes ('Nuestro Tunes') que permiten al usuario conectarse a ella y compartir las canciones que tiene alojadas en iTunes.
Historia
Detrás de Freenet está Ian Clarke, un irlandés treintañero. Su proyecto de fin de carrera en la Universidad de Edimburgo en 1999 fue un "sistema distribuido y descentralizado de almacenamiento y recuperación de información". Clarke liberó su proyecto como software libre, y junto con otros desarrolladores de varios países creó Freenet en el año 2000.
Ian Clarke enfatizó el uso de su red como una solución para que los ciudadanos de regímenes totalitarios donde se restringe la libertad de expresión pudieran comunicarse sin censura. De hecho, uno de los grupos más activos es Freenet-China, que ha traducido el programa al chino y lo distribuye en CD.
No obstante, las apariciones de Freenet en la prensa tienen que ver con su uso para la transmisión de obras protegidas por Copyright. El propio Clarke ha declarado públicamente su oposición a la regulación actual de los derechos de copia.
A pesar del tiempo transcurrido, Freenet está todavía en fase de pruebas, ya que no ha llegado a la versión 1.0. La última encarnación del proyecto es la versión 0.7, que incluye mejoras en la seguridad, y que entra dentro de la definición de 'darknet' (red oscura).
Fuente
lunes, 1 de diciembre de 2008
Freenet
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