jueves, 5 de noviembre de 2009

Es necesario apagar la PC


 

La respuesta a esta pregunta depende de la función o funciones a la que está destinado el ordenador.
Cuando el equipo se destina al uso personal, ya sea en el trabajo o en el hogar, debemos apagarlo si no vamos a continuar trabajando hasta pasadas unas cuantas horas o hasta el día siguiente, porque de lo contrario estaremos consumiendo y gastando energía eléctrica inútilmente.
Un ordenador común consume un promedio de unos 200 ó 300 watt por hora de trabajo aproximadamente. Por tanto, el consumo de uno de 300 watt, funcionando durante 8 horas será de (300 watt x 8 horas = 2400 watt), o lo que es igual, 2,4 kW en total. Pero si no lo apagamos y permanece encendido inútilmente durante 16 horas adicionales, se estarán consumiendo 4 mil 800 watt (4,8 kW) de más.
Si ahora esos 4,8 kW consumidos en exceso lo multiplicamos por 30 días de funcionamiento continuo, al finalizar el mes se habrán derrochado 144 kilowatt. Multiplicando ahora 144 por el costo que tiene un kilowatt-hora (kW-h) de energía en tu lugar de residencia, comprenderás entonces la cantidad de dinero que estás tirando, sin que te produzca beneficio alguno.
Ahora bien, quizás hayas oído decir en alguna oportunidad que los componentes internos del ordenador se resienten cada vez que lo apagamos. Hasta cierto punto eso es cierto por el motivo siguiente:
Cuando el ordenador lleva horas funcionando, el microprocesador o CPU alcanza una temperatura muy alta. En el momento que lo apagamos, esa temperatura desciende con rapidez, produciéndose internamente una serie de cambios físicos de expansión y compresión, que pudieran ocasionar que una soldadura interna del chip se abra o incluso se pueda producir también un defecto en el propio chip del microprocesador.
Sin embargo, si esa fuera una situación que se produjera con mucha frecuencia, los ordenadores estarían fallando continuamente, cuando en realidad no es así. De hecho, otros efectos electrónicos de uso doméstico como el televisor, la cadena de música, el teléfono móvil, la agenda electrónica, los ordenadores portátiles etc., que emplean también circuitos integrados y/o microprocesadores con sus correspondientes chips, solo se encienden cuando se van a utilizar y después se apagan de nuevo, sin que eso influya después en su correcto funcionamiento.
Ahora bien, existen otras situaciones de empleo para un ordenador o computadora personal, para cuya ejecución sí resulta necesario mantenerlo funcionando de forma ininterrumpida durante las 24 horas del día. Esos casos son los siguientes:
Al hacer función de servidor, formando parte de una Intranet.
Cuando sin ser necesariamente un servidor, actúa como servidor de archivo, o de impresora en una LAN (Local Area Network – Red de área local).
Si además de hacer función de servidor, o de emplearlo solamente como un ordenador independiente conectado a Internet, su función sea la de servir de ordenador remoto o extranet para poder acceder a los archivos almacenados en su disco duro desde cualquier lugar.
Cuando forma parte de un sistema de vigilancia conectado a Internet, cuya función es la vigilancia remota de la oficina, el hogar, o cualquier otro lugar.
Cuando al formar parte de una LAN es el ordenador encargado de darle el acceso a Internet al resto de los ordenadores conectados a esa red.

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