viernes, 24 de junio de 2016

Estrellas enanas rojas explicación

Un día, la última estrella morirá, y el Universo quedará oscuro por siempre.
Probablemente será una estrella enana roja.


Un tipo de estrella pequeña que también es una de nuestras mejores apuestas para encontrar vida extraterrestre y que podría ser el último hogar de la humanidad antes de que el Universo se vuelva inhabitable. 



Así que, ¿qué es lo que sabemos sobre ellas?, ¿y por qué son nuestra última esperanza? En resumen, Al menos el 70% de estrellas en el Universo son enanas rojas. 

Son el tipo de estrella más pequeña ahí afuera, con solo del 7% al 50% de la masa de nuestro Sol, no mucho más grandes que Júpiter, que igual sigue siendo enorme. 


También son bastante pálidas. Es imposible verlas a simple vista.
Incluso con toda nuestra tecnología, solo podemos observar claramente las enanas rojas en nuestro vecindario. Aproximadamente 20 o 30 estrellas cercanas al planeta Tierra son enanas rojas. 


Como todas las estrellas, las enanas rojas fusionan hidrógeno en helio.
Sin embargo, mientras estrellas más masivas acumulan el helio fusionado en su núcleo, las enanas rojas permanecen en convección, lo que significa que el helio y el hidrógeno se mezclan constantemente. Así que usan su combustible muy lentamente antes de apagarse. 


Las enanas rojas queman hidrógeno tan lentamente que su tiempo de vida es aproximadamente entre uno y diez billones de años. 


En comparación, nuestro Sol sobrevivirá unos 5 mil millones de años.
Ya que nuestro Universo solo tiene 13,75 mil millones de años ninguna enana roja ha entrado en estados avanzados de desarrollo. Cada una de las billones que existen siguen siendo bebés. 



Hablando de bebés, la estrella más pequeña en todo el Universo es también una enana roja ya que las enanas rojas pequeñas están justo al borde de no ser estrellas. 

Con un poco menos de hidrógeno se volverían meras enanas marrones, incapaces de soportar una reacción de fusión de hidrógeno a helio por mucho tiempo. 


Así que, ¿qué hay de los alienígenas, o de algún hogar para la humanidad? Como algún día nuestro Sol morirá, tendremos que buscar un nuevo hogar donde haya planetas habitables, quizás también haya alienígenas. 


El observador espacial Kepler determinó que al menos la mitad de las enanas rojas tienen planetas rocosos en su campo gravitatorio que tienen 3 o 4 veces más masa que la Tierra. 


Muchos de ellos están en la zona habitable: el área alrededor de una estrella donde el agua puede permanecer líquida. 


Pero como las enanas rojas queman a temperaturas relativamente frías un planeta tendría que estar muy cerca para poder albergar vida probablemente igual de cerca que Mercurio a nuestro Sol o más cerca. 


Lo que trae consigo muchos otros problemas. Por ejemplo, un planeta así de cerca podría estar en rotación síncrona lo que significa que siempre el mismo lado miraría hacia la estrella. 


Este lado estaría increíblemente caliente, mientras que el lado sombreado estaría congelado lo que hace difícil el desarrollo de la vida. 





 

Aunque un planeta con un océano lo suficientemente grande podría distribuir la energía de la estrella y crear algún tipo de estabilidad. O las fuerzas gravitacionales de una enana roja podrían "apretar" un planeta y calentarlo tanto que podría perder toda su agua con el correr del tiempo.

Estos planetas podrían terminar como Venus, un infierno en llamas.
Otro problema es que las enanas rojas varían en la cantidad de energía que desprenden. 


Pueden estar cubiertas de puntos de estrellas que reducen su emisión de energía hasta un 40% por ciento lo que causaría que los océanos de sus planetas se congelen. 


En otros momentos pueden emitir tormentas solares, unas poderosas emisiones de energía. Estas enanas rojas pueden duplicar su luminosidad en minutos lo que puede eliminar una buena parte de la atmósfera de un planeta y quemarlo, dejándolo estéril. 


Por otro lado, su lapso de vida extremadamente largo es un gran plus.
Una enana roja con cantidades moderadas de actividad podría ser un lugar increíble para un planeta que hospede vida. 



La vida en la Tierra ha existido por unos 4 mil millones de años. Y tenemos alrededor de 1.000 millones de años antes de que el Sol se vuelva tan caliente que se vuelva imposible de sustentar vida compleja en la Tierra. O nos extinguiremos, o nos iremos de la Tierra y buscaremos un nuevo hogar.
 

Podríamos construir una civilización por potencialmente billones de años alrededor de una enana roja con las condiciones adecuadas.
 

Alrededor de 5% de estrellas enanas rojas en la Vía Láctea pueden albergar planetas habitables con un tamaño parecido al de la Tierra. En total, son alrededor de 4 mil millones. 

Pero la vida tal vez no necesite un planeta como la Tierra. Otros candidatos para albergar vida alrededor de enanas rojas pueden ser las lunas de gigantes de gas también llamadas supertierras, planetas masivamente rocosos.
 

En total, se estima que existen unos 60 mil millones de cuerpos habitables rotando alrededor de enanas rojas. Y eso es solo en la Vía Láctea.
Así que las enanas rojas podrían volverse esenciales para nuestra supervivencia en el futuro. Pero todo tiene que morir en algún momento, incluso las enanas rojas. 


Cuando en billones de años la vida de la última enana roja se encuentre por terminar no será un evento muy espectacular. A medida que su hidrógeno se termine, la estrella se achicará, convirtiéndose en una enana azul, quemándose completamente. 


Cuando su combustible se termine, se convertirá en una enana blanca.
Un objeto de un tamaño parecido a la Tierra, con muy alta densidad y hecho de gases degenerados, principalmente de núcleos de Helio-4. 


Ya sin una fuente de energía, se irá enfriando en forma extremadamente lenta a lo largo de billones de años hasta que se convierta en su última forma, una fría enana negra


De cualquier manera, va a pasar mucho tiempo hasta que las últimas estrellas en el universo se apaguen. De alguna manera nos debe animar saber que si la humanidad triunfa en aventurarse al espacio tenemos más tiempo del imaginable antes de que el Universo apague las luces. 




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