domingo, 8 de marzo de 2009

el efecto real de los videojuegos en las personas

 

 

Aprendizaje, agresividad, relaciones sociales, adicción... Nos planteamos qué cambios producen en nosotros los videojuegos. La adicción a los juegos se llama ludopatia.

Los videojuegos están con nosotros desde hace ya un par de décadas. Muchos hemos crecido con ellos y por fin la sociedad está comenzando a asentarlos culturalmente como una forma de ocio y de arte reconocida. Millones de personas en todo el mundo los consumimos con más o menos regularidad, y a pesar de eso muy poco se ha estudiado acerca de sus efectos en nosotros mismos.

Carlos González Tardón es un licenciado en psicología que se ha planteado este hecho, y en sus conferencias trata de hacernos ver el impacto social y psicológico que esta forma de entretenimiento tiene sobre todos nosotros.
El pasado lunes tuve la oportunidad de asistir a una de sus charlas en el marco de Imaginática 2009, People & VIDEOGAMES: Introducción a la Psicología de los Videojuegos. En ella reflexionó sobre posibles adicciones, la hipotética relación con la agresividad, y las implicaciones sociales de los juegos. Quiso desmontar mitos, informarnos en base a estudios realizados y ayudar a los desarrolladores de juegos para que sus proyectos sean más entretenidos y amigables.

El abuso y la adicción ocuparon gran parte de su tiempo. ¿Los juegos pueden provocar adicción? Es posible, de hecho en los juegos sin un final definido como pueden ser World of Warcraft, OGame o Pokémon esto puede ser un verdadero problema. Una buena forma de solucionar un problema de adicción a un videojuego es sustituirlo por otro producto parecido pero que no guste tanto, hasta poder dejarlo completamente.

Por otro lado, no se puede cuantificar el uso o abuso de un juego en función al número de horas dedicadas, sino al impacto sobre la vida del usuario. Abusamos de un videojuego cuando éste nos hace perder horas de sueño y nos impide realizar nuestras tareas. ¿Un niño no hace los deberes porque está todo el día pegado a la consola? Eso es un caso claro de abuso.
Una de las acusaciones más insistentes que se realizan contra los videojuegos es que promueven la violencia. Para empezar, no todos los juegos son violentos, y para continuar, no existe una relación demostrada entre la agresividad de los individuos y su exposición a juegos violentos. Los videojuegos son una actividad tan alejada de la violencia real que no tienen ningún efecto sobre nuestra agresividad.

Donde sí tienen efecto demostrado es sobre nuestra capacidad de aprendizaje. Los juegos son un vehículo estupendo para educar a los niños, ya que son muy atractivos para ellos. Además, existen estudios que demuestran que los profesionales que deben coordinar ágilmente varios elementos, como los artilleros o los cirujanos, son un 30_ más eficientes si son videojugadores. Esto es debido a que potencian nuestros reflejos, nuestra capacidad estratégica y coordinación general.
Por último, Carlos González trató en su charla sobre la cohesión social que los videojuegos están aportando, con mención muy especial a Wii y Nintendo DS, máquinas que han logrado integrarse con éxito en tres generaciones distintas simultáneamente, abuelos, padres e hijos.
Una interesante reflexión que realizó fue que, por primera vez en décadas, estas consolas han logrado devolver la idea de juego en familia a los hogares españoles. Hace años, nuestros padres jugaban con sus padres al dominó, a los dados… Era algo muy común. Una costumbre que se perdió con la llegada de la televisión, y que provocó que los padres dejaran de jugar con sus hijos. Los últimos videojuegos están logrando devolver esa vieja costumbre a nuestras casas.

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